Amor y Respeto

Construyendo matrimonios fuertes a través de la obediencia y la gracia divina


Querido Grupo, primero gracias de corazón. Gracias por estar ahí, por su compromiso, por madrugar a nuestras reuniones y hacer el esfuerzo de compartir este espacio tan especial. Cada mañana que nos reunimos, juntos estamos construyendo algo hermoso, algo guiado por el Espíritu Santo y que nos recuerda cuánto desea Dios que vivamos en paz, amor y respeto en nuestros matrimonios.


Rompiendo el Ciclo Alienante en el Matrimonio

El libro Amor y Respeto de Emerson Eggerichs, nos ha permitido comenzar a ver nuestros matrimonios desde una nueva perspectiva. En los primeros cinco capítulos, Eggerichs describe un problema con el que muchos nos identificamos: el Ciclo Alienante. Este ciclo de dolor y frustración se activa cuando, como esposos, sentimos que nuestra pareja no responde a nuestras necesidades más profundas. Para las esposas, esa necesidad esencial es el amor, mientras que para los esposos, es el respeto. Sin embargo, muchas veces, en vez de dar amor o respeto, reaccionamos según nuestras heridas, y ese ciclo de reacción y distancia nos atrapa y nos aleja de nuestro verdadero propósito.

Dios nos muestra en Efesios 5:33, que debemos amar y respetar, incluso cuando no es fácil. Nos desafía a ser la luz en la vida de nuestro cónyuge, a dar el primer paso. Y lo cierto es que eso es más fácil de decir que de hacer, ¿verdad? Especialmente cuando, como esposas, tememos que al dar respeto sin recibir amor en retorno, perdamos nuestra dignidad. O como esposos, cuando nos cuesta dar amor si no estamos sintiendo el respeto de nuestra esposa. Sin embargo, Eggerichs nos recuerda que cuando damos ese paso, estamos obedeciendo a Dios y no a nuestros temores. Nos invita a confiar en que, aunque no veamos los frutos de inmediato, Dios nos dará fuerza para ser constantes, y nuestra relación será transformada.

Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.

Efesios 5:33 RVR 1960

Tal vez algunos aquí hayan sentido que el libro es un desafío. Quizá hasta frustrante en algunos momentos. Pero quiero sigamos adelante, juntos. Si algo no nos queda claro, volvamos a leer, con el corazón abierto y con la guía de la oración. No tengamos miedo de preguntarnos cómo podemos ser mejores cónyuges, de reconocer nuestras fallas y de tener humildad para cambiarlas. Que Dios sea nuestro apoyo y nuestra fuerza.

El amor y el respeto no son solo acciones, son decisiones. Decisiones que honran a Dios y nos permiten reflejar Su amor en nuestro matrimonio. Como un espejo, cuando amamos y respetamos a nuestra pareja, estamos mostrando al mundo un pedacito del amor de Cristo. No es un camino sin tropiezos, pero es un camino que vale la pena.

Gracias por su presencia y por su corazón dispuesto. Que el Señor bendiga cada esfuerzo y que veamos Su mano obrando en nuestras vidas y en nuestros matrimonios.

Hoy, elijamos dar amor y respeto a nuestra pareja, y permitamos que Dios restaure y renueve nuestros matrimonio en cada paso que damos juntos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *